Rayas que liberan: el origen de Yabe
- Yabebiry

- 19 jul
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 2 ago

—¡Váyanse, rayas! —respondió el hombre herido—.
¡Déjenme solo! ¡Ustedes han hecho ya demasiado por mí! ¡Dejen que los tigres pasen!
—¡NI NUNCA! —gritaron las rayas en un solo clamor—.
¡Mientras haya una sola raya viva en el Yabebirí, que es nuestro río, defenderemos al hombre bueno que nos defendió antes a nosotras!
El paso del Yabebirí, Cuentos de la selva — Horacio Quiroga
De chica soñaba con participar en concursos literarios, pero cuando llegaba la parte de elegir un seudónimo, me bloqueaba. Hasta que me topé con El paso del Yabebirí, de Horacio Quiroga. Me fascinó. No solo por su selva, por sus tigres y sus rayas mágicas. Sino porque esas rayas lo defendían todo. Hasta lo invisible.
Desde entonces, adopté el seudónimo Yabebiry, con una sola letra cambiada. Un guiño poético. Una promesa conmigo misma.
Porque así como esas rayas del cuento defendieron al hombre bueno, mis garabatos siempre me defendieron a mí.
Mis rayas no son rayas de castigo. Son rayas de escape, de juego, de reencuentro. Son esas líneas que trazo sin pensar y que, sin embargo, dicen todo lo que no sé explicar.
🎨 Son la forma que encontró mi mente para habitar el mundo cuando hablar o adaptarme me resultaba difícil.📓 Son la forma en que volví una y otra vez a mí misma, aún en los momentos más oscuros.✍🏽 Son mi manera de pensar, de respirar, de crear.
Y por eso Yabe no es solo un nombre: es una declaración de amor al garabato como punto de partida, como idioma secreto y como puente. Un oasis creativo donde perderse es una forma de encontrarse.
👉🏼 Yabe es eso: el río de las rayas que liberan. La posibilidad de defender la imaginación, la ternura, el juego, la intuición y la belleza de lo imperfecto.
No hay rayas peligrosas acá. Solo trazos que te abrazan y te dicen: “Acá podés ser. Acá podés crear.”





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